¿Te sientes cansado constantemente? Quizás te falten estos nutrientes.

¿Te sientes cansado constantemente? Quizás te falten estos nutrientes.

Una alimentación sana y equilibrada es fundamental para que nuestro cuerpo reciba todos los nutrientes que necesita para llevar a cabo todas sus funciones de una manera correcta

Si te cuesta mucho levantarte de la cama cada día o si después de todo un fin de semana tranquilo en casa igualmente necesitas varios minutos para despertar quizás estés sufriendo de fatiga o cansancio crónico.
Además de los hábitos que pueden estar causando esta situación deberías prestar atención a tu alimentación. Si te faltan ciertos nutrientes es más difícil que tengas energía para afrontar la jornada.

¿Qué es la fatiga y qué la provoca?

Todos nos sentimos cansados en algún momento del mes o del año. Queremos quedarnos en la cama todo el día y no hacer nada. No obstante, tras una “cura de sueño” volvemos a la normalidad y podemos cumplir con nuestras actividades y obligaciones.
El problema surge si pasadas algunas semanas el debilitamiento o falta de vitalidad continúa y, lo que es peor, va en aumento. La fatiga es una alarma a la que debemos prestar atención.

Deficiencia de vitaminas = cansancio

Hemos hablado de los hábitos diarios que pueden estar causando agotamiento físico y mental pero, además de estos, vale la pena indicar que la alimentación puede estar desempeñando un papel decisivo en cómo te sientes.
No se trata de la cantidad de comida que ingieres a diario, sino la calidad de los alimentos que recibe tu organismo. Las deficiencias de nutrientes y las calorías “vacías” provocan muchos problemas de salud entre ellos sentirse cansados, sin fuerzas o deprimidos.
Te contamos qué sucede cuando tienes carencia de determinados nutrientes.

Vitamina C


El sistema inmune es el principal beneficiario de este nutriente que, sí o sí, debemos buscar en los alimentos porque el cuerpo no lo produce por sus propios medios.
Necesitamos comer cítricos, tomates o pimientos para metabolizar las proteínas y que nuestros neurotransmisores funcionen como corresponde.
Si no tenemos esta vitamina tan importante no solo sentiremos fatiga sino que también aparecerán dolores en las articulaciones, inflamación en las encías y gripes frecuentes.

Vitamina D


Tiene la capacidad de regular el calcio en el organismo, mantener los huesos fuertes y aumentar el movimiento muscular. Además ayuda al sistema inmune, reduce la inflamación y evita el cansancio.
Para poder ingerir este nutriente debemos consumir atún, salmón y otros pescados azules. También se recomienda exponerse a la luz solar 15 minutos al día.
La deficiencia de vitamina D no está únicamente relacionada con el debilitamiento de músculos y huesos sino también con el sueño y la fatiga diaria.

Hierro


No hace falta estar anémico para padecer insuficiencias de este mineral. Según la Organización Mundial de la Salud, la falta de hierro es el principal problema nutricional de la población mundial.
Los síntomas más comunes de su deficiencia incluyen debilidad, fatiga y mal desarrollo cognitivo.
A su vez, causa bajo rendimiento en el trabajo (o en la escuela), desequilibrios en el sistema de defensas y problemas para mantener la temperatura corporal.

Magnesio


Este nutriente está presente en las legumbres, los frutos secos y los cereales integrales.
Cuando una persona no tiene la cantidad suficiente experimenta náuseas, debilidad, adormecimiento de las extremidades y pérdida de apetito. También ocasiona ritmos cardíacos anormales y contracciones musculares.

Vitamina B


Los complejos B1, B6 y B12 son los más importantes en las personas porque su carencia deriva en fatiga, depresión y pérdida de masa muscular y de apetito. También ocasiona sarcopenia, un trastorno que se caracteriza por la fragilidad y debilitamiento.

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