Una Selección de Chistes para alegrarte el día

Una Selección de Chistes para alegrarte el día

Una mujer estaba acompañando en el hospital a su marido, que salía del estado de coma en el que había caido hacía varios meses tras un accidente. Ella, había permanecido a su lado todos los días, esperando su recuperación y cuando finalmente volvió en si, él le pidió que se acercara y con lagrimas en los ojos, le susurró:
- Querida,has estado conmigo siempre en las malas. Cuando fuí despedido estabas ahí para apoyarme; cuando quebró mi negocio, estabas ahí;
cuando me dispararon, continuaste ahí; cuando perdimos la casa, permaneciste a mi lado; cuando me detuvieron, no me fallaste; cuando mi salud comenzó a fallar, seguías a mi lado, cuando el accidente.
¿Sabes qué?

- Dime mi vida, contestó la mujer.


- ¡Creo que me traes mala suerte!




Un emperador del Sol Naciente, anunció la búsqueda de un nuevo jefe guerrero samurai. Para el cargo, aplicaron tres candidatos, un Japonés, un Chino y un Judío
- Demuestren sus habilidades, exige el emperador.
El samurai japonés, se adelanta, abre una pequeña caja y libera a una mosca. Saca su sable y !Shshsh!, la mosca cae cortada en dos.
El samurai chino, libera la mosca de su caja, saca el sable y shshsh, shshsh la mosca cae dividida en 4 partes.
Le toca el turno al samurai judío, libera la mosca, saca el sable y shuuhsh, la mosca emite un agudo chillido pero sigue volando como si nada ..
El Emperador asombrado e indignado pregunta: - Qué clase de habilidad es esa.La mosca está aun viva.
El samurai judío responde:


- Querido Emperador, matar una mosca es fácil, pero hacerle la circuncisión, es realmente una habilidad.




Le pregunta la niña a la madre:
- Mamá, ¿de dónde salen los niños? ¿Cómo nací yo?
La madre se arma de paciencia y responde:
- Pues un día corté la flor más hermosa del jardín, la metí en una caja de cartón, la guardé en el armario y esperé nueve meses. Luego abrí la caja y allí estabas tú.
La niña, que quería tener un bebé, fue al jardín, cortó la flor más hermosa y la metió en una caja dentro del armario. Al cabo de nueve meses la abrió y de la caja salió una cucaracha.
La niña exclamó:


- ¡Si no fueras mi hija, te aplastaría!




- Hola buenas, vengo porque he leído en el periódico que usted quiere vender un perro que habla, y como soy el propietario de un circo estoy muy interesado en él. ¿Puedo comprobar si realmente puede hablar?
- Sí, claro. Pregúntele.
- A ver, perro, ¿puedes hablar?
- (el perro) Pues claro. Y también se tirar cuchillos con los ojos vendados mientras pedaleo en uniciclo sobre la cuerda floja.
- ¡Pero esto es increible! ¡Este perro es una mina de oro! ¡Con el puedo conseguir que mi circo sea famoso!! Y dígame, ¿Por que usted quiere venderlo?


- Es que es muuuuyyy mentiroso...


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