Chistes Geniales: Selección de chistes de Jaimito

Chistes Geniales: Selección de chistes de Jaimito

- A ver Jaimito. Si en un árbol hay 5 pájaros y le disparo a 2 ¿Cuántos pájaros
quedan?
- Ninguno señorita, porque con el ruido de los disparos se van todos.
- No es la respuesta que esperaba Jaimito pero me gusta como piensas.
- A ver señorita ahora le voy a hacer yo una pregunta.
-Claro, Jaimito
- Van dos mujeres por la calle comiendo helado una lo muerde y la otra lo chupa. ¿Cuál es la que está
casada?
- No se Jaimito. ¿La que lo chupa?


- No señorita la que lleva anillo, pero me gusta como piensa.




- Mamá, mamá... Cuando haces el amor con papá, ¿Le das las gracias?
- Pues no hija.
- Entonces, ¿Qué es educación sexual?


La profesora un día estaba preguntando en qué trabajaban los padres de sus
alumnos...
- A ver Jaimito, ¿En qué trabajan tus padres?
- Pues mi padre es cura y mi madre es monja...
- Eso sería antes de que tú nacieras, colgaron los hábitos antes, ¿No?
- No profe, solo se los subieron un poco...


Jaimito llega a la estación de policía:
- Corran, corran que mi papá está peleando en la esquina y lo van a matar.
Efectivamente los policías acudieron a la esquina, donde estaban dos
hombres enfrascados en un duro combate. Entonces le preguntan a Pepito:
- Pero hijo, ¿Cuál de ellos es tu papá?


- No se, por eso es la pelea.




Un amigo le dice a Pepito que las personas mayores siempre guardan secretos
y por lo tanto es muy fácil sacarles dinero, solo simulando que uno sabe algo.
Pepito decide hacer la prueba con su padre, se acerca mientras este leía el
periódico y le dice al oído:
- Lo sé todo...
El padre se asusta y le dice rápidamente:
- Bueno Pepito... toma 100 pesos y no se lo digas a nadie.
Contento con su maldad decide probar con la madre:
- Mamá, acabo de enterarme, lo sé todo...
Asustada la madre le dice:
- Toma Pepito 300 pesos y no se lo digas a nadie por favor.
Llaman a la puerta y sale Pepito a contestar, cuando ve al cartero le dice:
- Lo sé todo...
Entonces el cartero, con lágrimas en los ojos abre los brazos diciendo:


- ¡Hijo mío por fin lo sabes!



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