Chistes Geniales: El loro mal educado y los millonarios

Chistes Geniales: El loro mal educado y los millonarios

Manuel recibió un loro por su cumpleaños; ya era un loro adulto, con una muy
mala actitud y vocabulario. Cada palabra que decía estaba adornada por
alguna palabrota, así como siempre de muy mal genio. Manuel trató desde el
primer día de corregir la actitud del loro, diciéndole palabras bondadosas y con
mucha educación, le ponía música suave y siempre lo trataba con mucho
cariño.
Llegó un día en que Manuel perdió la paciencia y gritó al loro, el cual se puso
más grosero aún, hasta que en un momento de desesperación, Manuel puso al
loro en el congelador.
Por un par de minutos aún pudo escuchar los gritos del loro y el revuelo que
causaba en el compartimento, hasta que de pronto todo fue silencio. Luego de
un rato, Manuel arrepentido y temeroso de haber matado al loro, rápidamente
abrió la puerta del congelador. El loro salió y con mucha calma dio un paso al
hombro de Manuel y dijo:
- Siento mucho haberte ofendido con mi lenguaje y actitud, te pido disculpas y
te prometo que en el futuro vigilaré mucho mi comportamiento.
Manuel estaba muy sorprendido del tremendo cambio en la actitud del loro y
estaba a punto de preguntarle qué es lo que le había hecho cambiar de esa
manera, cuando el loro dijo:


- ¿Te puedo preguntar qué fue lo que hizo el pollo?




Un hombre rico pasea por el parque con sus dos perros dóberman que le han
costado una millonada y que están superentrenados para pelear con otros
perros. De pronto ve a un vagabundo despeinado con un perro pulgoso y
maloliente y para reírse de él le reta:
- Te hecho una pelea un solo perro mío con el tuyo.
El vagabundo le responde:
- No, mejor tus dos perros contra el mío.
El hombre rico acepta y comienza un gran combate.
Cuando termina todo con los dos dóberman muertos, el rico rompe a llorar
junto a los cadáveres diciendo:
- Mis perros, me costaron 100.000 euros cada uno.
El vagabundo responde:


- ¿Y tú qué crees que a mí me regalaron la cirugía plástica de mi cocodrilo...?


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