Una selección de 3 chistes geniales

Una selección de 3 chistes geniales

Esta es la historia de una despampanante rubia que volaba en un avión de dos pasajeros, sentada junto al piloto. Este tiene un ataque al corazón y muere.
La rubia toma el radio y hace una llamada de auxilio: “May Day! May Day! El piloto tuvo un ataque al corazón, está muerto! Por favor ayúdenme..!
Enseguida una calmada voz en el radio…
“Este es el Controlador de Tráfico Aéreo, la escucho fuerte y claro”
“Yo la guiaré y le ayudaré a regresar a tierra, con mi ayuda y orientación cualquier persona puede pilotar el avión hasta tierra. Ahora, respire profundo, intente mantenerse tranquila… solo necesito que me de su altura y posición para hacer la orientación…”
Ella le contesta:

– Soy rubia, guapisima, mido 1.72 centímetros y estoy sentada…


– Haaa, OK, entendido… Entonces repita conmigo…  Padre Nuestro… que estás en el Cielo…




Un joven de la ciudad va al campo y le compro un burro a un viejo campesino por 100€.
El anciano le dijo que se lo entregaría al otro día, cuando lo fue a buscar, el burro se había muerto, el muchacho le pidió el dinero de vuelta, pero el hombre se lo había gastado.
 
En esto le dice el joven:
– Bueno, da igual, démelo muerto que ya me las arreglo yo para recuperar el dinero.
Unos dias despues el hombre encuentra el joven y le pregunta que había hecho con el burro.
El joven le respondió:
– Lo he rifado, vendi 500 rifas a 2€ cada una y gané 1000€ con el burro.
– Pero nadie protestó? – Pregunta el viejo campesino.
El joven respondió:

– Si, el ganador, pero le devolvi sus 2€…!!!.




Un hombre y una mujer que no se conocian, coincidieron en el mismo
compartimiento de coche-cama de un tren.
Despues de lo embarazoso de la situacion inicial, ambos se acostaron,
el hombre en la litera superior y ella en la inferior.
A medianoche, el hombre se inclina al lateral de la litera, despierta
a la mujer y le dice:
– Siento molestarla, pero tengo un frio tremendo. ¿Podria Ud. alcanzarme otra manta?
La mujer se asoma tambien al lateral de la litera y con un guiño de
ojo le dice:
– Tengo una idea mejor, tan solo por esta noche supongamos que estamos casados.
El hombre, encantado, dice:
– ¡De acuerdo, fenomenal y que hacemos?!?!
Entonces la mujer le dice:

– Pues vete a buscar la manta tu mismo y calladito que me duele la cabeza…!

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